Aun y como esta el mundo da gusto saber que existen personas buenas, que se preocupan por su prójimo y sin esperar nada a cambio le ofrecen una mano cuando mas lo necesitan.
Paso con una mujer de Texas en Estados Unidos. Esta mujer de la tercera edad al ver a un vagabundo sufriendo en las calles pues las temperaturas eran extremadamente bajas, no dudo en invitarlo a su casa a dormir y a darle algo de comida caliente. Esta mujer vivía sola pero por esos días tenia la visita de dos de sus nietas, aun así le quedaba un cuarto libre así que no dudo en ofrecérselo a este hombre. Siempre hemos sabido que quien actúa bien, recibirá lo mismo y que si obramos bien seguramente recibiremos el doble por que Dios es justo. Este hombre no dudo en aceptar la invitación de la señora, había pasado días afuera sufriendo por el frió extremo y ademas apenas y había podido comer algo. Llego la noche y se preparo para dormir en una cama blanda, bajo un techo y con el estomago lleno. Todo iba bien hasta que escucho ruidos extraños. Lo primero que pensó este hombre fue que alguno de las personas de la casa se había despertado y había tirado algo, después pensó algo peor como que alguien había entrado a la casa. Así que no se quedo con la duda y salio del cuarto para ver que pasaba. Fue así que se dio cuenta de como la casa se estaba llenando de humo, corrió de inmediato a la habitación de la señora que lo había invitado a su casa, la parte del ático de arriba de su recamara se había caído por completo por las llamas y ella estaba atrapada.
Con todas sus fuerzas pudo liberarla y la llevo hasta afuera de la casa entre sus brazos. Recordó que aun quedaban dos de las nietas de la señora dentro e hizo lo mismo, fue por ellas para ponerlas a salvo. Arriesgó su vida y entró entre el humo y las altas temperaturas para rescatar a las dos pequeñas. Agarró a cada una con un brazo y salió huyendo del fuego abrazador. Por fortuna todos, incluyendo a Smith, están a salvo; pero la casa en dónde la mujer había pasado los últimos 40 años de sus vida quedó destruida hasta los cimientos.
Dicen que lo que se da se recibe de vuelta, ella quiso ayudar a alguien en necesidad y ese alguien terminó pagando su “deuda” de una manera increíble y heroica. La mayoría de las personas ni siquiera hubieran considerado la posibilidad de dar asilo por una noche a un vagabundo bajo su techo, pero esta mujer, con su enorme corazón, lo hizo, y gracias a ello logró salvar su vida. No cabe duda que el ser amable, solidario, y considerado es siempre la mejor opción.
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