Ella lloraba en una cafetería cuando un desconocido se acerca a darle un regalo que no podrá creer…
A veces lo actos más inocentes pueden ser los más significantes, esto debido a que siempre pueden haber casualidades que terminen haciendo de ese pequeño acto algo grande y cargado de un gran significado. En este caos tenemos la historia de un hombre que le iba a regalar un girasol a una chica, pero cuando lo pensó mejor creyó que era muy apresurado.
Por lo que decidió que se lo daría a cualquier persona que viera en la calle. Sin embargo, esto no fue así de fácil, en su lugar ocurrió algo que nunca se imaginaría. Si quieres saber de qué se trata debes leer esta historia que te dejaremos a continuación.
Regalar flores es muy bonito, pero a veces es aún mejor cuando tomamos el tiempo de elegir un tipo de flor diferente a las rosas, ya que eso demuestra dedicación.
En este caso el chico escogió un girasol, pero sintió que no era el momento de darse flores a la chica con la que había salido la noche anterior. Por ello decidió llevar el girasol camino al trabajo y dárselo a quien se encontrara en el camino. Mientras estaba en un café vio a una chica llorando y cuando se acercó ocurrió algo inimaginable. El mismo chico compartió la historia en su perfil de Facebook, este escribió lo siguiente: “Anoche compré un girasol para ponerlo en el parabrisas de alguien que me gusta mucho. Pero después de pensarlo bien, decidí no hacerlo porque solo habíamos tenido una cita; la noche anterior. No quería asustarla.
Esta mañana me llevé la flor de camino al trabajo con la intención de dársela a alguien por la calle, antes de que se pusiera mustia. Lo que me sucedió entonces me ha cambiado tanto la vida que aún no he encontrado las palabras para describirlo.
Mientras tomaba café (que normalmente compro para llevar) sentado en mi cafetería habitual, me fijé en una mujer que estaba leyendo y a la que le corrían lágrimas sin parar por el pálido rostro. Es como si el girasol tuviera un imán hacia la chica; en aquel instante supe a quién le iba a dar el girasol: ella era quien debía tenerlo.
Entonces me acerqué a su mesa y le dije: ‘Disculpa. La cosa es que quería darle este girasol a alguien especial, pero finalmente cambié de opinión. Sin embargo, siento que tú también eres especial, y por eso quiero que lo tengas tú’.
Antes incluso de que pudiera darle el girasol, esta completa desconocida se echó a mis brazos, cubierta de lágrimas y obviamente agradecida; como si yo fuera alguien a quien una vez amó y perdió.
Lo que me dijo entonces es lo que aún tengo que asimilar. La chica lloraba porque su prometido había muerto la semana anterior, solo unos meses antes de su boda.
En su primera cita le regaló un girasol, y así siguió haciendo en todas sus citas; nunca rosas, porque para él, ella era la luz de su vida.
Hoy, a través de mí, él le pudo mostrar que ella siempre será la luz de su vida, y cómo los seres humanos tenemos un mensaje que llevar que va más allá de las palabras.
Esto me ha dejado temblando y con los pelos de punta: nunca sabes lo mucho que puede significar un gesto tan simple como una flor de 5 dólares; y cómo puede cambiar la vida del otro y de uno mismo.
La vida es dar y ayudar a los demás. Os reto a todos a hacer la vida de otra persona más feliz hoy, y a ayudarla. Nunca sabes el impacto que podrá tener. No dudes en compartir esto para enviar amor a los demás.
Te reto a hacer lo mismo, y a darle un girasol a alguien que no conoces. Sé parte de algo bueno, sé parte del #sunflowerchallenge (reto del girasol)”.
Nadie hubiese esperado esta increíble casualidad, pero es que a veces las mejores cosas salen así, sin planeación.
un detalle, una sonrisa, una atenciòn por minima que sea, puede alegrar y cambiar la vida de otra persona.
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